La reciente epidemia del zika ha puesto en evidencia la relevancia del ciudadano digital, reflejado en un paciente, un familiar, un profesional médico, un periodista o un usuario. Para reducir la cantidad de contagios, dar apoyo a la población y evitar el pánico, los gobiernos nacionales, la OMS y la OPS han desarrollado protocolos de actuación y comunicación que han sido útiles. Sin embargo, en las epidemias del siglo XXI, éstos necesitan contemplar la comunicación digital y al ciudadano como el protagonista de este nuevo entorno.

El estado de emergencia emitido por la OMS y el Ministerio de Salud y Protección Social a raíz del zika provocó que el ciudadano se volcara a los medios digitales. El interés sobre esta epidemia se reflejó en un 3.000% de incremento en las búsquedas en Google entre enero y febrero, mientras que en Twitter se registraron, entre enero y marzo, aproximadamente 6,8 millones de tuits con la palabra zika, unos 1,8 millones de tuits salieron de Brasil, México y Colombia. No solo se han incrementado los riesgos de generación de virus, también se ha complicado la gestión de comunicación alrededor de ellos.

epidemias google zika
La información sobre el virus fueron durante enero y febrero los términos más buscados en Google en el mundo. El interés sobre el zika se incrementó del 3.000% en las búsquedas de los ciudadanos digitales.

En este contexto, las epidemias, además de ser problemas de salud pública, evidencian un problema de comunicación que debe gestionarse. Las instituciones se enfrentan a un entorno infoxicado en el que miles de voces  interactúan entre sí, que interpretan información, debaten y se vuelven medios propios, que pueden intensificar la emergencia y convertirla en pánico social o que se movilizan digitalmente en beneficio de su control y prevención. El desafío para las organizaciones está en convertir a los ciudadanos en aliados en las redes.

Para lograr esa alianza, se necesita adoptar un nuevo modelo de comunicación que permita  construir un relato de prevención y control, que despierte confianza en el ciudadano y las comunidades y que se destaque entre todos los contenidos que se generan y socializan en tiempo real. El primer paso es entender cómo interactúan las comunidades que habitan en los territorios afectados. Con base en esta comprensión, los gestores de la comunicación deberán desarrollar la conversación digital considerando  los intereses clave, mediante plataformas, contenidos atractivos y un trabajo cercano con los medios de comunicación que sin duda cumplen un papel importante para generar corrientes de opinión.

Quizá el más destacado cambio en el modelo, es la necesidad de líderes con identidad digital que conecten con el ciudadano contemporáneo. Estamos en tiempos en los que se cree más en lo que se puede ver, escuchar, tocar y… tuitear; en ese sentido, las identidades digitales toman una relevancia como nunca antes había pasado, ya no es suficiente con la participación digital de los líderes oficiales, sino también la de los llamados influenciadores digitales, celebridades, profesionales de la salud, periodistas, entre otros actores que en su conjunto aportan en la estrategia de comunicación para controlar los brotes.

Más allá de la problemática sanitaria, las epidemias del siglo XXI exponen una gran oportunidad para las autoridades y organizaciones de salud que no solamente radica en aprovechar el entorno digital como una herramienta efectiva en la prevención y control del virus, sino que permitirá evidenciar su liderazgo sobre las poblaciones afectadas y mejorar su posicionamiento reputacional.

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